Psalms 58

Dios, Alcázar de Israel

1
1. Acerca del epígrafe, véase Salmo 56, 1 y nota. La situación histórica a que se refiere este título es la descrita en I Reyes 19. Saúl, que en su odio contra David había intentado coserlo a la pared con una lanza, mandó después soldados para asesinarlo en su propia casa, logrando David escaparse con el auxilio de su mujer Micol. Sin embargo vemos que el salmista hace hablar a todo Israel (cf. Salmo 101, 1 y nota), pidiendo venganza contra los gentiles (versículos 6, 9, 14), lo cual ha hecho que la crítica le negase la paternidad davídica, pudiéndose no obstante deducir que el Salmo, cuyo texto nos llega muy sufrido, hubiese sido adoptado por un escritor inspirado (Calès) para convertirlo en plegaria nacional que pide la liberación mesiánica (versículo 14. Cf. la oración de Eclesiástico 36). Hemos de ver siempre, en estos Salmos de tribulación y de súplica, los acentos anticipados de la Pasión. Pasión, dice San Agustín, la de un día y la de siempre: la Pasión de Cristo Señor nuestro, cabeza y cuerpo juntamente; su padecimiento de un día en su carne y su padecer incesante en su Cuerpo místico del cual es la cabeza inseparable.
Al maestro de coro. Por el tono de “No destruyas”. De David. Miktam. Cuando Saúl mandó hombres que vigilaran la casa para matarlo.
2Dios mío, sálvame de mis enemigos;
defiéndeme de los que me atacan.
3Líbrame de los que obran iniquidades
y protégeme contra los hombres sanguinarios.
4Mira: ponen asechanzas a mi vida,
y hombres poderosos conspiran contra mí.
No hay en mí delito ni pecado, Yahvé.
5
5. Este lenguaje muestra que el Salmo es mesiánico, pues nadie, ni el real Profeta, puede hablar así con Dios, no siendo Jesús (cf. 142, 2; Lucas 18, 19; I Juan 1, 8 ss., etc.). Algunos hacen comenzar este versículo en 4 c.
Sin culpa mía irrumpen y me asaltan.
Despierta Tú, ven a mí y mira.
6Porque Tú, Yahvé, Dios de los ejércitos,
eres el Dios de Israel.
Levántate a castigar a todos los gentiles;
no te apiades de ninguno de los pérfidos.
7
7. La imagen está tomada del Oriente, donde durante la noche los perros salvajes y chacales andan rondando las ciudades, aullando y buscando alimento (repetido en el versículo 15).
Vuelven al anochecer,
aullando como perros,
y giran en torno de la ciudad.
8
8. ¿Quién hay que nos oiga?: Así piensan los impíos. Cf. Salmo 13, 1; 35, 2.
Mira la jactancia en su boca,
y cómo injurian sus labios:..
“¿Quién hay que (nos) oiga?”
9Mas Tú, Yahvé te ríes de ellos;
harás befa de todos los gentiles.
10
10. Así también Rembold (cf. versículo 18).
Oh fortaleza mía, a Ti cantaré.
Verdaderamente mi alcázar es Dios.
11
11. La misericordia de mi Dios se me anticipará (cf. Calès, Vaccari, Ubach, etc.). Fundado en este texto y en Salmo 78, 8, dice el Concilio de Orange II, que “ningún miserable es librado de sus miserias, sino aquel a quien la misericordia de Dios se anticipa” (Denz. 187).
La misericordia de mi Dios se me anticipará
y me hará mirar con alegría a mis enemigos.
12
12. Algunos vierten el segundo hemistiquio como la Vulgata: no los mates; no sea que mi pueblo olvide. Es idea frecuente en el Antiguo Testamento que los enemigos de Dios y de su pueblo han de servir de ejemplo para que todos reconozcan un día la justicia divina y la impotencia de los impíos (cf. Joel capítulo 3).
No les des tregua, oh Dios;
no sean tropiezo para mi pueblo.
Confúndelos con tu poder y póstralos,
oh Señor, escudo nuestro.
13Pecado de su boca es
cuanto profieren sus labios;
sean presa de su propia soberbia,
de sus maldiciones y de sus mentiras.
14
14. Hasta que ya no existan: Esto confirma nuestra versión del versículo 12. Otros vierten con la Vulgata: en el día de la desolación”. Como se ve por los versículos 6, 9 y 12 es esta una profecía sobre la ruina de las naciones enemigas del pueblo de Dios. Cf. Salmo 57, 11 y nota; Salmos 9A, 20; 82, 19, etc. “Se verá de este modo que Yahvé reina en Israel y extiende su dominio hasta los confines del universo” (Calès).
Destrúyelos en tu saña,
destrúyelos hasta que ya no existan;
entonces se sabrá
que Dios reina en Jacob
y hasta los confines del orbe.
15
15. Vuelvan , etc.: Sería como un recuerdo del vuelven del versículo 7. Así también Rembold. Este anochecer, como la mañana del versículo 17, parece tener sentido escatológico. Cf. nota al versículo 14.
Vuelvan al anochecer,
aullando como perros,
y giren en torno de la ciudad;
16vaguen buscando qué comer,
y si no se sacian, den aullidos.
17Entretanto, yo cantaré tu potencia,
y desde la mañana saltaré de gozo
por tu misericordia;
porque fuiste mi protector,
y mi refugio en el día de la tribulación.
18
18. Admirable oración al Padre celestial que todo hombre de fe puede hacer suya. Cf. Salmo 53, 8 y nota.
Oh fortaleza mía, a Ti cantaré.
Verdaderamente mi alcázar es Dios,
el Dios misericordiosísimo conmigo.
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